La travesía de 135 pasos que hará la elefanta Mara en busca de su libertad

elefante satao ii

El Gobierno de la ciudad argentina de Buenos Aires anunció el mes pasado que en el primer cuatrimestre de 2020 la elefanta Mara será trasladada al único santuario de elefantes de Latinoamérica, ubicado en el Mato Grosso, en Brasil.

En la ciudad brasilera de Chapada dos Guimares, cercana al santuario, ya está todo preparado para recibirla, mientras que en Buenos Aires esperan la llegada de la caja en la que será trasladada. Apenas llegue dicha caja, metálica y construida en Brasil, empezarán a entrenarla mediante impulsos positivos, para que se acostumbre a ella.

Una caja hacia la libertad

La caja en la que viajará, pertenece al santuario brasilero y ya fue utilizada para trasladar a otros elefantes en el pasado. Mide 5 metros de largo, 3 metros de alto y 2 de ancho. Tiene un peso total de 5.600 kilos.

La elefanta Mara deberá aprender a entrar y salir voluntariamente y a vivir en su interior. Colocarán comida en su interior como un estimulo positivo. La idea es que de a poco empiece a pasar más tiempo dentro de la caja hasta que la naturalice y tome la suficiente confianza para comprender que así como entró podrá salir de ella.

El viaje que durará alrededor de cuatro días, no tiene una fecha definida: "La fecha de traslado no está confirmada aún, pero con seguridad se resolverá en los próximos meses, dependiendo de cuestiones sanitarias y administrativas", explicaron en un comunicado desde el Ecoparque de Buenos Aires.

Desde esa misma entidad confirmaron que tanto Argentina como Brasil consensuaron en los distintos análisis sanitarios que se requieren para el traslado del animal, y que ya se obtuvieron las autorizaciones de exportación e importación.

En total, llevan a cabo un plan de 135 pasos para el traslado de Mara, que incluyen desde estudios veterinarios, acostumbramiento a la caja y preparación física para el viaje. Mara fue entrenada para poderle realizar los exámenes médicos durante la cuarentena previa a su viaje: un análisis de sangre y un lavaje de trompa para tomarle muestras y asegurarse de que no tenga tuberculosis.

El nuevo hogar de la elefanta Mara

Según el plan, a mas tardar en Mayo, Mara debería estar en el santuario. Su nuevo hogar cuenta con 1.100 hectareas, y fue ideado por las organizaciones estadounidenses Global Sanctuary for Elephants y Elephant Voices. Allí, la elefanta nacida en la India hace 55 años, tendrá acceso a un río, pasturas, arroyos y hasta una pequeña montaña.

Si bien Mara ya no vivirá entre rejas, el hecho de haber estado en cautiverio tanto tiempo la limita a la hora de volver a su hábitat natural. Por ejemplo, continuará siendo alimentada por humanos y vivirá una “libertad controlada” en un entorno cerrado y con supervisión de personas. En el santuario, además, la esperan Maia y Guida, dos elefantas que fueron explotadas en un circo Brasil, durante cuatro décadas

En su viaje a su nuevo hogar, Mara estará acompañada por sus cuidadores, veterinarios y las personas que intervengan en la gestión de los papeles necesarios. Ingresará a Brasil a través del cruce de Puerto Iguazú. Argentina financiará el viaje, que costará $5.400.000 de pesos, unos 82.000 euros.

La larga historia de la elefanta Mara

La elefanta Mara nació hace 55 años en cautiverio, en la India, y su camino no ha sido fácil.

Entre carpas de zoológicos

Primeramente fue vendida al zoológico de Tiepark Hagenbeck de Hamburgo, Alemania. Posteriormente, en mayo de 1970, Mara fue adquirida por Ramón Tejedor, que la llevó a Montevideo, Uruguay, para explotarla en el “Circo África”. Solo un año después, la llevaron a Argentina, donde fue incorporada al “Circo Sudamericano”. Así, por algunos años, pasó de circo en circo, hasta llegar al “Circo Rodas” el 9 de marzo de 1980.

En el circo Rodas, Mara tuvo un domador llamado Blas Godoy. Dentro de lo deplorable de su vida en cautiverio, Mara tuvo una buena relación con su domador y lograron una relación de cariño mutuo. En 1995, un decreto del gobierno argentino prohibió la explotación de animales en los circos. Por ello, finalmente en noviembre de ese año, Mara llegó al zoológico de Buenos Aires en carácter de depósito judicial.

La elefanta y Godoy se extrañaron y él solía visitarla. Cuando Godoy se retiraba, Mara caía en depresión y no comía. Por tal motivo, se le solicitó a Godoy que ya no fuera a visitarla.

Lastimosamente, por años, cada tanto, seguía levantando la pata o moviendo su trompa como si estuviera en un show.

La recuperación de la elefanta Mara

En la actualidad, mucho más acostumbrada, la elefanta Mara posee un alto nivel cognitivo. Su alimentación consta de unos 100 kilos de frutas, verduras y forraje al día.

Para mejorar su calidad de vida, los cuidadores establecieron rutinas de enriquecimiento y estimulación. Algunas de estas rutinas, constan en dispersar el alimento en todo el recinto para que tenga que buscarlo. Además, se lo colocan en altura, para que utilice varios músculos para alcanzarlo

Finalmente, el periplo de Mara terminará en unos pocos meses. Su recompensa llegará y podrá el resto de su vida, en condiciones casi naturales.

Subir