Unos niños y unos ancianos nos enseñan maneras alternativas de celebrar los San Fermines

encierros alternativos

San Fermín es una de las fiestas más populares de España. Cada año recibe millones de visitantes procedentes de todo el mundo y durante esa semana Pamplona se viste de fiesta y los encierros y festejos se retransmiten en medios de todo el mundo.

Los encierros de los toros son, probablemente, el acontecimiento más esperado por los seguidos de esta fiesta. Pero cada año son más los detractores del maltrato taurino y quieren buscar algunas alternativas para que los toros no terminen siendo asesinados en la plaza. Y ahí es donde nos surge la pregunta: ¿Se pueden conservar las tradiciones sin maltratar animales? Pues sí, rotundamente sí. Está en nuestra mano evolucionar y dejar a un lado las costumbres bárbaras que se practicaban siglos atrás.

Para ponerle un toque de humor, nosotros hemos encontrado dos ejemplos de cómo disfrutar de un San Fermín de lo más casero de forma alternativa y en la que todos se lo pasan bien. Y nos lo enseñan las personas más sabias del mundo: los niños y los ancianos.

En primer lugar, tenemos a una cuadrilla de lo más peculiar. Este vídeo cuyos autores son anónimos, ha sido grabado en un humilde barrio de la localidad guipuzcoana de Zarautz. Un grupo de niños simula el comienzo de uno de los encierros, primero cantando "a San Fermín venimos..."; el himno de la fiesta, y después, comienzan a correr delante de un "toro" de lo más especial: ¡un yorkshire! ¡Para partirse de risa! ¿Qué hay mejor que ver a un perro con ganas de jugar con los niños?

En segundo lugar, los corredores de este peculiar encierro son algo más mayores que los anteriores. Son los ancianos del centro Residencial Cervantes, de Villamayor de Santiago (Cuenca) y se trata del primer encierro para la tercera edad que hace disfrutar a los mayores de la forma más sana y divertida posible.

En este encierro tan original nadie corre peligro por sufrir una herida por asta de toro y ningún animal acaba en un ruedo frente a ningún torero, ya que se ha rodado en los propios pasillos de la residencia y los toros están hecha de nada menos que cartulina.

Los responsables del centro sabían que a estos mayores había gustado desde siempre ver los encierros, por lo que se les ocurrió realizar esta genial y divertida parodia para hacerles disfrutar de nuevo ahora que ya no pueden correr delante del toro.

Fuente: Residencial Cervantes

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