Unos bañistas encuentran a un bebé foca entre los arbustos de la playa

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No hay nada mejor que la libertad. Ser libre significa poder hacer lo que queramos sin molestar a quien tenemos al lado. Poder moverse, poder comer o hacer lo que más nos gusta.

Estar encerrado o aprisionado, sin embargo, te deja sin fuerzas, y si llevas tiempo así puede que pierdas incluso la capacidad de orientarte. Perderse es algo parecido, es una forma de encierro también porque no tienes a dónde ir. Imaginad si, encima, eres pequeño e indefenso, si no tienes experiencia.

Eso es lo que vivió esta foca bebé después de perder de vista el mar.

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Quieta, entre la maleza y sobre unas rocas, esta cría de foca mira a todos lados sin saber muy bien qué pasa. Descubierta a tiempo por dos héroes anónimos, la pequeña foca hace el trayecto desde las rocas al mar en brazos de uno de sus rescatadores.

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Antes de alcanzar el mar y después de soltarla de sus brazos, los chicos gritan a la foca: "¡eres libre!". Sin duda, la mejor noticia que le dan. Descubre cómo reacciona ella.

Fuente: Sam and Nia

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