Una niña empezó a alimentar a los cuervos de su barrio y ahora le traen regalos
Las relaciones humanas con otras especies son sorprendentes. Los animales encuentran siempre el modo de sorprendernos con su forma de acercarse, con la bondad o el cariño que muestran. Sobre todo cuando se trata de niños, parece que entre ellos hay una conexión más especial aún.
Lo que solemos pensar cuando hablamos de amistades entre personas y animales es que determinadas especies no entran en esta posibilidad. Más que nada porque hay animales a los que su fama precede; serpientes, ratas o cuervos son los más dañados por la imagen que se tiene de ellos.
Sin embargo, a esta pequeña de Seattle no parece importarle.
Se llama Gabi Mann y desde que tenía 4 años ha estado en contacto con un grupo de cuervos. Forjó su relación con los pájaros al ofrecerles comida en su barrio.
Pero lo sorprendente de la historia no es su amistad, sino el grado de confianza que han desarrollado.
Y es que los cuervos han ido más allá y han encontrado la forma de agradecer y corresponder su bonita amistad.
Estos animales consiguen y traen para su amiga pequeños obsequios. Piedras, pequeñas piezas o bisutería son algunos ejemplos de lo que Gabi encuentra en el mismo sitio donde ella les deja la comida.
Toda una muestra de agradecimiento y verdadera amistad. ¿Quieres verlo en vídeo? Aquí lo tienes.
Fuente: Marcelo Roca