Aquel día, el músico callejero que protagoniza esta historia no estaba teniendo mucha suerte con su público. Tras horas tocando y esforzándose por llamar la atención de los viandantes, Jass Pangkor estaba a punto de marcharse a casa sin mucho recordar de aquella tarde.
Pero, por lo que hemos visto, en Penang (Malasia) pueden pasar cosas increíbles. Jass empezó a tocar una última canción, más por diversión que por trabajo, y para seguir con la tendencia del día, no había mucha gente dispuesta a escucharle.
Sin embargo, ocurrió algo genial: cuatro diminutos gatitos acudieron a él atraídos por la música y se quedaron observándole durante toda la canción.
Quien grabó el vídeo aseguró que los gatitos se quedaron escuchando al músico hasta que este acabó y les dio las gracias por atender con tanta generosidad.
Lo mejor de todo es que se aprecia cómo los minios movían sus pequeñas cabecitas al ritmo de la música. ¿No te parecen geniales?
Al final, el día dio sus frutos y, aunque Jass no tuvo mucha suerte económicamente, ganó un recuerdo que jamás olvidará. ¡No te pierdas el vídeo!
Original: Sami Hussein
Deja una respuesta