Cuando estamos aprendiendo cometemos errores que luego nos parecerán una tontería. Nadie nace sabiendo, y el proceso de aprendizaje puede ser más corto o más largo dependiendo de lo que se trate, pero sin ninguna duda cualquier aprendizaje siempre es enriquecedor.
Eso es precisamente lo que le ocurrió a este pequeño perrito que trataba de entrar a la casa por el cristal equivocado. Suerte que contaba con un amigo mayor que él que pacientemente le enseñó el camino correcto.
Aunque para el pequeño cachorro pudiera ser un momento de agobio y tensión, desde fuera no podría ser más gracioso. Ver cómo intenta conseguir pasar sin percatarse del error hará que te derritas de ternura.
Después de la ayuda de su amigo seguramente el perro se quede con la lección aprendida para las próximas veces. Aprender es un camino lleno de ensayos y errores, ni es vergonzoso ni es algo malo. Es, sencillamente, el proceso para llegar a conseguir las cosas.
Fuente: America’s Funniest Video


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