Su dueño la dejó enterrada viva. Lo que sucedió después fue un auténtico milagro
Hoy os contaremos un nuevo caso de abuso animal que está dando la vuelta al mundo y que nos ha dejado sin palabras. Una historia con final feliz, pero que nos ha sobrecogido por el grado de crueldad que pueden llegar a tener algunas personas hacia sus propias mascotas.
El pasado sábado, un residente en Carrières-sur-Seine, cerca de París, llamado Pedro Dinis salió a pasear con su perro como todos los días, cuando este comenzó a comportarse de una forma extraña, pues no paraba de olfatear y ladrar. Al final, Dinis descubrió lo que había puesto a su compañero tan alerta. Se trataba de una perrita, de raza dogo de Burdeos, enterrada viva y amarrada con bolsas de escombros para que no pudiese escapar.
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Alguien dejó enterrada viva a esta perrita, de 10 años de edad, en un terreno baldío cerca de París, Francia
El pobre animal fue abandonado en condiciones impensables. Cuando Dinis la encontró, sufría deshidratación y mucho dolor ocasionado por no poder moverse durante varios días
El cuerpo del animal se encontraba rodeado de escombros y la cabeza apenas quedaba al descubierto. Su salvador comentó en Facebook que dio con ella gracias a su perro, quien no dejaba de ladrar y olfatear hasta que encontraron a la perrita
"No podía ver lo que estaba viendo. Una perrita a punto de morir semienterrada y amarrada a una bolsa de escombros para evitar que escapase", comenta Dinis, quien empezó a desenterrarla frenéticamente con sus propias manos
Su perro también se unió a las labores de rescate, escarbando alrededor de ella para conseguir sacarla de lo que podría haber sido su tumba
Miles de personas se han sumado al repudio de este acto inhumano, pidiendo a Dinis que interpusiera una denuncia. Tras llevarla al veterinario para que esta recibiese los cuidados necesarios, consiguieron dar con el antiguo propietario del animal gracias al chip de identificación
Por supuesto, el dueño negó todo a la policía y afirmó que se había escapado de casa la semana pasada. No obstante, la perrita es mayor y sufre de artrosis múltiple, por lo que es muy difícil que haya querido o podido escapar de casa
De ser declarado culpable por cargos de crueldad animal y desacato, se le imputará una condena de cárcel de dos años y una multa de 30 mil euros. Actualmente la perrita se recupera favorablemente en una clínica de animales. Esta fotografía fue tomada por Dinis el pasado 5 de agosto
Fuente: recreoviral