Se acerca el fin de la temporada de caza y comienza la pesadilla para muchos perros

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El abandono animal es una cruda realidad que existe en todas y cada una las ciudades del mundo. Las leyes existentes que regulan este tipo de actos parecen ser insuficientes ante un problema que afecta a tantos animales.

Son muchas las protectoras de animales que cada día ponen su granito de arena para ayudar a los afectados, pero el número resulta tan alto que muchas de ellas no dan a basto, viéndose sin recursos y con una gran impotencia frente a que actos tan deleznables queden impunes.

Los perros de caza, generalmente los podencos, sufren un especial maltrato porque básicamente nacen para trabajar, y cuando ya no sirven porque parecen 'mayores y cansados', muchas personas optan por abandonarlos a su suerte. El refugio de la Protectora de Animales y Plantas de Málaga, España, ha querido alzar la voz exponiendo la difícil situación que se vive ahora mismo.

Una perra de caza que esperan en el refugio ser adoptada
Una perra de caza que esperan en el refugio ser adoptada

Y es que esta protectora supera a más del 300 por cien su capacidad, tanto es así que tienen un cartel en la puerta que dice: "Por favor, no dejen más animales en la puerta que no nos caben." Sin embargo, hacen caso omiso a las peticiones, ya que los ejemplares siguen llegando y los recursos agotándose.

De todos los animales que tienen, recalcan que un gran número son perros de caza, muchos de ellos recogidos incluso cuando son cachorros, ya que si ven que no les sirven directamente los abandonan. La sangre fría llega a ser tal, que Carmen Manzano, la presidenta de la protectora, ha contado que un cazador llevó a una podenca, y ante la petición del refugio de no dejarla allí porque estaban saturados, el cazador contestó: "No, si a mi esto me cuesta cincuenta céntimos. Si no se pueden quedar a la perra, no se preocupe, me la subo al monte y le pego un tiro sin problemas".

Cuca, perra abandonada en un contenedor en mitad del monte
Cuca, perra abandonada en un contenedor en mitad del monte

Otro de los casos más significativos que ha vivido la protectora es el de 'Cuca' una perra que se encontraron en un contenedor en el monte. Carmen nos cuenta que la perra, a la que encontraron sin pelo, ciega y prácticamente sorda, tenía chip, por lo que pudieron localizar al "dueño". Desde la protectora emprendieron medidas legales contra el señor que figuraba en el chip, y llegaron a juicio. El hombre se justificó diciendo que la perra se la había regalado a un amigo cazador y que a su amigo se le había perdido, "pudo haber sido cualquiera", y el caso quedó ahí, la protectora perdió el juicio.

Como este, existen a diarios muchos otros casos en los que el maltrato animal queda impune o simplemente se castiga con una pequeña cantidad económica. Aunque muchos animales sufren esta situación, hay que reconocer que los perros de caza lo hacen mayoritariamente. Es responsabilidad de las administraciones gubernamentales acabar con este problema aplicando, sobretodo, medidas preventivas.

Fuente: andalucesdiario

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