¿Sabes realmente qué es lo que comen tus mascotas?
La evolución de la industria y del comercio han hecho que cada vez sepamos menos sobre lo que consumimos habitualmente. Si nos fijamos en el origen de la mayoría de alimentos que compramos en el supermercado de la esquina, veremos que constantemente comemos cosas que se cosechan en Asia, que se empaquetan en América y que acaban en Europa.
Las grandes marcas cuentan con un proceso de industrialización enorme ante el cuál nosotros nos planteamos: ¿hay controles suficientes?
Seguro que recordáis cuando en 2013 estalló un escándalo en la industria alimenticia al encontrarse en varios productos ADN de caballo. La carne que se vendía como vacuno contenía restos de carne de caballo, saltándose todos los protocolos de seguridad alimenticia que existen en muchos países. Findus UK era la marca más inspeccionada, y lo cierto es que vendía lasañas de carne que se fabricaban en Luxemburgo, con productos comprados en Francia, que a su vez utilizaban carne procedente de Rumanía, ¿quién puede controlar algo así?
Es algo tan complejo que se escapa de la mano de prácticamente cualquier protocolo establecido. La industria alimenticia se ha distanciado de los consumidores, y a nosotros prácticamente no nos queda más remedio que fiarnos de que comemos lo que pone en el envase.
Ahora bien, si extrapolamos la situación de los alimentos para humanos hacia los alimentos fabricados para mascotas, ¿con qué nos podemos encontrar? Pues si investigamos un poco, nos damos cuenta de que se trata de otra gran industria en la que podemos encontrarnos alguna sorpresa.
Si retrocedemos hasta el año 2007 nos encontramos con cifras abrumadoras de mascotas que murieron envenenadas por las comidas especializadas. En Estados Unidos murieron 8.000 perros y gatos, supuestamente por la ingesta de melanina, un derivado del plástico que se halló en los piensos. Esta situación no afecto a Europa, ni tampoco a los humanos, pero sí que puso de manifiesto varias cuestiones como: ¿qué están comiendo realmente nuestros animales? Si hay fallos garrafales en el control de la industria alimenticia para humanos, ¿qué no habrá en la de animales?
Todos los que tenéis animales sabéis lo que es preocuparse por su alimentación. Solemos estudiar las diferentes marcas así como pedir consejo al veterinario, pero lo cierto es que se venden piensos hechos con carne de animales que, por naturaleza, nuestros perros o gatos no comerían. La veterinaria María Sola lo aclara: "Tanto perros como gatos en libertad cazarían animales mucho más pequeños de los que hay en su dieta. Comerían en el momento hasta reventar, porque podría pasar mucho tiempo hasta que volvieran a comer".
El problema de los piensos de los animales, además, es que contienen lo que se llama "subproducto" o "derivados de la carne" que suelen ser las partes de los animales que se descartan para el consumo humano como la cabeza, los pies, los pulmones, etc. En Estados Unidos y Canadá también se utiliza el meat meal, que es el resultado de hervir y triturar animales de zoológicos, animales atropellados, enfermos o muertos, aunque aún más sorprendente es que en esa harina también puede haber carne de perro o de gato. ¿Hemos convertido a nuestras propias mascotas en caníbales?
Esta noticia generó alarma, obligando a muchos gobiernos a tomar nuevas medidas para la regulación del proceso de elaboración de la comida para animales.
Ante esta situación, nos encontramos con un debate muy extenso: Si eres vegetariano o vegano, ¿alimentas a tu mascota a base de otros animales? Esta es una decisión muy personal, pero podemos encontrar opiniones para todos los gustos. Por una parte, tal y como defienden webs como Vegepets.info, es posible alimentar a nuestras mascotas con comida vegetariana sin que les falte ningún nutriente. "Una dieta 100% vegetariana equilibrada y saludable es posible en perros y gatos, eliminando así los riesgos para la salud de las dietas cárnicas y evitando al tiempo la muerte segura de los animales que son añadidos en esos piensos".
Por otra parte, otros muchos especialistas plantean la siguiente cuestión: ¿Por qué tenemos que decidir por nuestros animales? Según algunos veterinarios estamos personalizando en exceso a nuestras mascotas, haciéndoles partícipes de nuestra ideología e inquietudes olvidando lo más importante: son animales.
Fuente: Playgroundmag