Rescatan a un ternero y aprende de su perro a tumbarse en el sofá

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La mayoría de animales domésticos lo son porque, actualmente, en la naturaleza no podrían sobrevivir. Los perros, por ejemplo, han evolucionado siendo una especie doméstica, la calle no es lugar para ellos y la naturaleza ahora les puede resultar hostil.

Con los animales de granja, aunque vivan en espacios abiertos, sucede los mismo. Su evolución se ha producido ligada a su relación con el ser humano, una relación que a veces puede dejarnos con la boca abierta. En algunos sitios, es común que la gente tenga cerdos como mascota, pero...  ¿os imagináis tener una vaca en casa como si de un perro se tratara?

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Pues eso lo que le ha ocurrido a Shaylee Hubbs, que se encontró con un pequeño becerro de tan sólo un día, que supuestamente provenía de una granja lechera cercana, pero la realidad es que el becerro se encontraba muy delgado y muy enfermo.

Los Hubbs no se lo pensaron dos veces antes de llevarlo a casa, alimentarlo con un biberón y seguir los cuidados que el veterinario de la familia les iba aconsejando. La recuperación del tenero no fue fácil, pero poco a poco sus vitaminas aumentaron y la recuperación se hizo notable.

 

Fue entonces cuando la familia decidió llamarlo Goliat, por su fortaleza. En pocos días Leónidas, el gran danés que habitaba la casa, sacó su instinto maternal con el nuevo miembro de la familia, a pesar de que Leónidas es varón. "Él se quedaba junto al ternerito enfermo durante horas, sólo para hacerle compañía. Acabaron haciéndose grandes amigos."

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La familia Hubbs vive en una zona donde habitan muchos coyotes y pumas, por lo que Goliat ocupa el patio trasero de la casa, donde puede incluso correr durante el día, aunque no sea igual que el pasto, sí es mucho más seguro. A pesar de tener un espacio privilegiado, el ternero a menudo mira por las ventanas envidiando el calor del sofá y cómo los Leónidas lo ocupaba.

Una mañana, cuando la familia llegó de ocuparse de algunas diligencias, Goliat había desaparecido. No la encontraban por ningún rincón. Para su sorpresa, al entrar en la casa se lo encontraron acostado en el sofá, descansando cómodamente. Tal y como cuenta la familia, "creemos que está difícil que Goliat vuelva a su patio, al menos por un tiempo".

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Curiosamente, Goliat ha aprendido a comportarse rigiéndose por los patrones que ve a su alrededor, en este caso, el perro Leónidas, así que no quería ser menos, reivindicó sus derechos de "vaca-perro", y sin duda, ha triunfado.

Fuente: countryliving, ilovedogsandpuppies, hellogiggles

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