
Se trata de una raza belga de toro azul que, debido a una mutación genética, sufre de exceso de musculatura que le impide llevar una vida digna y de calidad. Para colmo, este tipo de sucesos son aprovechados por la industria cárnica seleccionado y criándolos en masa, ya que poseen más carne.
De esta manera, se crean especímenes extravagantes y demasiado musculosos para su consumo humano.
Estos animales sufren mucho debido a su condición. Muchas hembras no pueden parir de manera natural teniendo que practicarles sendas cesáreas. Aún así, muchos terneros mueren 48 horas después de su nacimiento. Simplemente, sus corazones se paran.
No pueden andar con normalidad debido a su peso, sufren de atrofia muscular, etc.
Por ello, debemos denunciar esta clase de prácticas que no hacen sino seguir esclavizando y maltratando a los animales para nuestro beneficio.
Fuente: The Dodo
Deja una respuesta