Podrías estar contribuyendo al maltrato animal
Los zoológicos y los circos no son la única forma de maltrato animal. Por desgracia existen otras variantes que condenan igual a estos seres vivos. Ocurre cuando vamos de vacaciones o visitamos nuevos lugares. No lo pensamos, pero las actividades que elegimos al planificar nuestro viaje son las que inclinan la balanza hacia un lado u otro.
Puede que no lo supieras, o que nunca hubieras pensado en ello, pero cuando te subes en un elefante para dar un paseo turístico estás contribuyendo a que sigan secuestrando a estos animales. Estás fomentando que sigan adiestrándolos para que soporten esos paseos, separándolos de sus familias y su entorno natural.
Lo mismo que cuando te haces una foto con un bonito tigre o cualquier animal exótico. O cuando vas a un delfinario o pagas por montar a camello. Puede parecer divertido, o incluso puede parecer ser menos grave de lo que es, porque ¿quién no iba a querer disfrutar con los animales? Sin embargo, todas estas acciones perjudican seriamente la vida salvaje de todos los animales. Por ello, informarse debería ser siempre el primer paso para no incurrir en actividades que implique cierto maltrato animal.
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¿Un paseo en elefante? No, gracias
Probablemente hayamos visto mil veces como la gente se sube a los elefantes sin ningún reparo. Nadie ve más allá del bonito momento que van a vivir. Sin pensar que el solo hecho de que un paquidermo lleve una silla encima es ya anormal.
Sin imaginar muchas veces que para que un elefante lleve una silla sobre sus lomos tan sumisamente ha sufrido una larga agonía. Días y días atados y golpeados, enseñados con miedo y sin alimentarlos. Todo para que tú puedas pasear en tus vacaciones y tener una bonita foto.
¿Nadar con delfines? Ni de broma
Podríamos pensar que nadar con delfines es algo maravilloso. Pero para nada lo sería ser separado de tu familia y adiestrado o metido detrás de un cristal para siempre. Cada vez que vayamos a un delfinario o nademos con ellos, estamos propiciando que sigan usado a estos animales así.
Es más, cada vez que matemos a un delfín por hacernos una foto seguiremos siendo unos desalmados. Cada vez que basemos nuestras vacaciones en el maltrato animal estaremos colaborando al cautiverio de los animales.
¿Montar a camello? Ni se me ocurriría
Igual que con los elefantes y cualquier otro animal en situaciones así, los camellos han pasado un suplicio para que tú puedas dar un apacible paseo. Además de ser adiestrados a base de castigos, a los camellos los someten a una horrible practica: les tapan la boca.
De este modo no pueden ni escupir ni gritar, algo común en su especie. Sin gritos ni saliva los turistas no piensan que estén sufriendo, nerviosos o asustados. Cuando los camellos llevan el bozal cubierto de tela, es un indicativo de que se trata de un animal que escupe o que muerde, lo que podría indicar que ha estado sufriendo algo de lo que querría defenderse: los humanos.
¿Quieres ir a la fiestas del pueblo? Si hay maltrato animal no cuentes conmigo
Poco a poco van cambiando las cosas, pero existe todavía la horrible costumbre de festejar fechas señaladas maltratando animales. Los cientos de toros usados en un sinfín de pueblos y ciudades en fiestas, los caballos usados hasta la muerte en romerías o los burros maltratados y usados como atractivo turístico. Por no hablar del asesinato de algunas aves o de cabras tiradas desde una torre.
¿Una foto bonita para tus redes sociales? No gracias, nunca con animales que sufren o en cautividad
El ser humano puede ser realmente estúpido. Puede permitir el sufrimiento animal con tal de conseguir una bonita foto. No importa el precio, pero si hemos estado de vacaciones el mundo entero tiene que saberlo.
Da igual que para ello colaboremos a la captura de grandes felinos. No importa si los sedan, los obligan y los castigan, porque lo importante es conseguir la foto y ponerla en las redes sociales.
Todos y cada uno de estos ejemplos podría ser más que suficiente para hacer cambiar a alguien de idea. Para crear conciencia o empezar a abandonar costumbres tan horribles como estas. Cualquier animal que se encuentre fuera de su hábitat es ya una señal, pero si además están siendo usados para el servicio humano debería hacer que se nos encendieran todas las alarmas.
Incluso si nos declarásemos amantes de los animales, no podríamos seguir sosteniendo cosas como estas. Si después de ver la cruda realidad quisiéramos pasar nuestro tiempo libre con animales podríamos hacerlo, pero de otro modo.
Existen voluntariados y programas en los que el ser humano puede ponerse al servicio del planeta y los animales. Reservas, parques naturales o refugios son solo algunos ejemplos de la cantidad de posibilidades paralelas que existen a este espanto de pasar nuestras vacaciones. Infórmate bien, haz un turismo responsable.
¿Quién querría irse en su tiempo libre a pagar por maltratar animales?