Los orangutanes al borde de la extinción, salvemos su hogar

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Los orangutanes están al borde de la extinción. La selva tropical natural, el hábitat principal de los orangutanes, está siendo destruida en toda Indonesia. La selva es reemplazada por plantaciones de aceite de palmas. Sus frutos se cosechan para producir aceite vegetal barato que termina en más de la mitad de los productos de nuestros supermercados. Es decir, nuestro consumo inconsciente de determinados productos contribuye a la tala indiscriminada de la selva. Por lo tanto, sin querer, estamos colaborando con la extinción de los orangutanes. 

Emma Thompson: "Si queremos salvar a los orangutanes de la extinción, debemos salvar su hogar"

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Una orangután hembra salvaje, Rosa, busca frutas en un árbol en el Parque Nacional Gunung Palung, un área protegida en Kalimantan © Jurnasyanto Sukarno / Greenpeace

Los orangutanes rescatados, despojados de su hogar, de su independencia, y con frecuencia de su familia, siempre son cuidados por personas muy entregadas. Pero los recursos son escasos, realmente insuficientes. Los santuarios están superpoblados y los rescates son estresantes y molestos para todos los interesados.

Por cada orangután que sobrevive, muchos más mueren. El trabajo de rescate es vital, pero es el último recurso. Es una batalla perdida a menos que el problema se aborde desde el origen. No hay otra forma de hacerlo. "Si queremos salvar a los orangutanes de la extinción, debemos salvar su hogar", nos dice Emma Thompson, la actriz inglesa que colabora con Greenpeace.

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Una cuidadora abraza a un orangután que vive en la Borneo Orangutan Survival Foundation en Nyaru Menteng, Kalimantan Central © Bjorn Vaugn / BOSF / Greenpeace

El aceite de palma se puede obtener sin destruir las selvas tropicales

Greenpeace está trabajando arduamente para que las marcas limpien sus cadenas de suministro de aceite de palma. Debemos forzar a las grandes empresas a comprar aceite de palma solo a las compañías que no tienen vínculos con la deforestación. Solo así podremos crear un cambio duradero dentro de la industria que tenga repercusiones positivas. Pero, ¿cómo podemos forzar a estas empresas? Pues de manera muy simple, consumiendo productos sin aceite de palma o con aceite de palma sostenible.

Las empresas deben asumir la responsabilidad 

Hace casi una década, algunas de las empresas más importantes del planeta, incluidas Unilever, Nestlé y Mondelez (ahora compañía matriz de Cadbury's), entre otras, prometieron finalizar su participación en la deforestación tropical para 2020. Ahora, tienen menos de 400 días para hacer de esa promesa una realidad.

A pesar de tener políticas de 'no deforestación', ninguna gran empresa ha rechazado a los proveedores de aceite de palma 'sucio'  (aceite de palma cultivada en tierras recientemente deforestadas).

Deforestation for Palm Oil by Bumitama in Indonesia
Deforestación para obtener aceite de palma en Kalimantan Central © Kemal Jufri / Greenpeace

Lo que han hecho en su lugar, es confiar en la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO). RSPO es un organismo de la industria responsable de certificar las plantaciones 'limpias'. Pero una y otra vez la RSPO ha estado haciendo la vista gorda a los productores y comerciantes que rompen las reglas.

Greenpeace vinculó a Wilmar, proveedor de todas las empresas mencionadas anteriormente, a la destrucción de los bosques tropicales. Wilmar es el mayor comerciante de aceite de palma del mundo, y miembro de la junta de la RSPO. Con esta política de mirar hacia otro lado, la destrucción de la selva y la consecuente extinción de los orangutanes no se detiene. Esto no puede continuar así.

Los bosques son los pulmones del planeta

En los últimos 16 años, 100,000 orangutanes han muerto (unos 25 cada día) principalmente debido a la deforestación. Algunos agricultores atemorizados los matan a tiros después de que huyan del bosque hacia tierras agrícolas, dejando huérfanos a decenas de bebés orangután. Algunos orangutanes mueren de hambre debido a la pérdida de hábitat. Otros mueren cuando talan el árbol al que se aferran. O se sofocan y arden con los incendios forestales que deliberadamente se provocan para despejar la tierra para la siembra.

Orangutan in Lone Tree in West Kalimantan
Un orangután varado se aferra a un árbol solitario en un claro de aceite de palma en Kalimantan Occidental © Alejo Sabugo /International Animal Rescue Indonesia

Además de los orangutanes, los tigres de Sumatra, los rinocerontes y los elefantes han disminuido drásticamente. Y la gente también está sufriendo. El conflicto por la tierra también causa violencia. Los abusos contra los derechos humanos son habituales. Los pueblos indígenas están perdiendo sus hogares. En los últimos 25 años, en Indonesia, se ha perdido un área forestal del tamaño del Reino Unido. Esto socava todos los esfuerzos para afrontar el cambio climático y afecta a todo el planeta.

Durante demasiado tiempo, las grandes marcas y las compañías que compran aceite de palma se han salido con la suya. Y durante demasiado tiempo nuestra respuesta a la extinción de los orangutanes ha sido de lástima. Decimos: 'ohhh, los pobres', cuando nos muestran fotografías de ellos huérfanos, delgados y a punto de morir. Hace falta más. El cambio es posible, podemos y debemos hacerlo.

Rang-tan, un cortometraje dedicado a los 25 orangutanes que mueren cada día

Greenpeace ha pedido a Emma Thompson que narre un nuevo cortometraje. Una animación diseñada para subrayar el problema y resaltar el poder que todos tenemos para ayudar a nuestros primos pelirrojos. Es solo el comienzo de una nueva campaña mundial para abordar este problema de una vez por todas.

Puede que 400 días nos parezcan pocos, pero conviene hacer mucho ruido colectivamente, exigir respuestas y forzar el cambio. Hacer algo más que sentir pena por estas hermosas criaturas. A cambio, podemos actuar para sentir esa estimulante mezcla de temor y fascinación hacia los orangutanes. Y querer ser testigos de que vuelven a vivir salvajes una vez más.

Fuente: Emma Thompson y Greenpeace 

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