La reacción de este toro cuando le liberan de sus cadenas te va a cortar la respiración
Vivir confinado es horrible. Imagina una tormenta de nieve que te deja atrapado, estar en el hospital ingresado o enfermo en casa sin poder salir de la cama. Es en esas situaciones cuando apreciamos lo maravillosa que es la libertad. Y sus pequeñas cosas: poder sentir el sol, correr calle abajo o respirar aire fresco.
No solemos pensar en ello porque no lo vemos, pero seguramente cerca de tu ciudad haya un establo en el que viven muy apretados cientos de animales. Vacas, cerdos o pollos, por ejemplo. Y cuando se sienten libres hacen lo que haríamos cualquiera, estirar las piernas, disfrutar, correr, moverse.
Afortunadamente Bandit, el toro, fue elegido para ser salvado por un refugio de animales llamado Gut Aiderbichl. Nunca había vivido sin cadenas, nunca había experimentado qué era la libertad.
¡Adiós, amigos! Lo siento mucho por vosotros, pero me han quitado la cadena del cuello y voy a aprovecharlo. Ni siquiera hace falta que estas vacas hablen, la imagen dice más que 1.000 palabras. ¿No os recuerda a la escena de cualquier película carcelaria en la que van a liberar a un preso y para salir pasa por delante de las celdas de sus compañeros? Despidiéndose, sintiéndolo por ellos pero listo para saborear la ansiada libertad.
Lo primero besar el suelo, hundir la cabeza en el heno. Tratar de hacer el pino, o lo que sea que queramos hacer. Como al acabar una larga semana de trabajo, que salimos desenfrenados a hacer lo que sea, de todo menos estar quietos o encerrados.
La liberación de esta vaca pone de relieve el problema que muchos plantean con el ganado estabulado, al que tachan de inhumano y cruel. La forma de tratar a los animales es uno de los grandes conflictos de nuestro siglo. Se nos llama especistas y se nos recrimina el poco amor que le mostramos a la naturaleza, a los bosques, mares, animales y mascotas.
Se plantean mil alternativas y crece el consumo de productos que provengan de animales libres. Huevos de corral o pollos en libertad, por ejemplo.
Se critican las condiciones en las que se mantienen a vacas, cerdos y pollos por darle prioridad a la industria cárnica. Que al final, y por si no fuera suficiente, se desperdicia. Cada vez más son los que aseguran que hay un fallo en el consumo humano actual.
Y después de la libertad, el agradecimiento de Bandit. Gracias a la vida por la oportunidad, al cielo, o a quien sea que lo haya hecho posible. En esta historia, gracias a este humano y al refugio de animales que lo adoptará, gracias porque le han brindado la oportunidad a este toro de sentir lo que es estar vivo. De ser libre, de poder hacer lo que desee.
Si las imágenes ya dan qué pensar, el vídeo te dejará sin palabras. No hay modo de describir lo que es la libertad, solo podemos experimentarla.
Fuente: happy superstar