Una oveja y su familia nos dan una lección de superación y amor hacia los animales

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No estar solos nos hace más fuertes. Nos respalda y anima para conseguir objetivos o acercarnos a la meta. Podemos encontrar apoyo en la familia o en los amigos, en un amor o en algún profesor.

Lo bueno es poder contar con alguien. Saber que no estamos solos en el camino, pero, sobre todo, saber que tenemos a alguien al lado cuando estamos luchando, cuando no estamos en nuestro mejor momento. Porque la unión hace la fuerza.

Esta pequeña oveja tuvo la mala suerte de nacer con las patas delanteras torcidas. Pero tiene, sin embargo, la buena suerte de contar con una familia que confía en ella y que le apoya.

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Le ayudan en su lucha diaria y en su recuperación, pero también le muestran su cariño y le dejan espacio para sus momentos de ocio, que comparte con los perritos de la casa.

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Este corderito fue abandonado por su madre al nacer. Su nueva familia, por el contrario, no deja que se rinda y está siempre a su lado. Se mueve gracias a una silla especial con ruedas, que traslada de un sitio a otro gracias a sus patas traseras.

Este invento le permite hacer todo aquello que se le ocurre. Cuando tanta actividad deja agotada a la ovejita, descansa como cualquiera y se deshace por un tiempo de su silla de ruedas.

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Es una delicia verla en acción y toda una fuente de inspiración. Aquí tienes el vídeo con su historia.

Fuente: The Dodo

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