El dicho popular dice que «la curiosidad mató al gato«, pero no os preocupéis porque aquí nadie muere, sino todo lo contrario. Y es que a la gran mayoría de estos felinos les encanta inspeccionar todo aquello que les es desconocido, por lo que no es de extrañar que de vez en cuando se lleven un pequeño susto.
Aunque estamos ahí para cuidarlos y velar por ellos, a veces esta labor escapa a nuestras manos, por lo que terminan aprendiendo por sí mismos donde tienen que fijar sus propios límites. Y si no, que se lo pregunten al gato protagonista del vídeo de hoy, que se llevó una ingrata sorpresa tras descubrir que los flotadores en el agua pueden llegar a ser muy traicioneros. Aquí podéis ver su traumática experiencia…
Fuente: Juliette Kromme
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