La diferencia entre «usar algo» y «poseer algo», está en el concepto de propiedad; un *concepto artificial que nosotros mismos hemos inventado para legitimar nuestra propia ignorancia. Y es que hay cosas que no son de nadie, como por ejemplo, el mundo en el que vivimos.
El hombre no es el único habitante del planeta, y mucho menos su propietario por derecho. Sin embargo, nos esforzamos en reclamar todo como nuestro, desplazando a tantas otras miles de especies animales.
Si la propiedad es un derecho, ¿no tendrán los animales derecho a su propio territorio? Y en caso de que así sea, ¿no tendrán también el derecho a defenderlo?
Las siguientes imágenes no hacen sino demostrar lo anteriormente expuesto. Y es que, cuando la naturaleza reclama lo que es suyo, suceden cosas como esta:
La continua expansión del hombre, la urbanización y el crecimiento demográfico reducen los espacios salvajes a la mínima expresión.
Es normal que cuando un animal se siente amenazado, defienda los recursos naturales que considera suyos, pues su supervivencia depende de ello.
Sin embargo, aunque los animales reclamen lo suyo, debemos reconocer que pocas veces ganan la batalla. Y es que cada vez es mayor el impacto negativo del ser humano en el planeta.
Tenemos que ser nosotros los que evolucionemos y reconozcamos los derechos de los animales por fin, creando una forma de vida más sostenible y responsable con el planeta Tierra.
Esperemos que los protagonistas de las imágenes no resultaran dañadas en ningún caso pero que, tanto ellos como nosotros, tomemos conciencia de lo que estamos haciendo.
Fuente: ebaumsworld
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