Fue a ver a una perrita rescatada y encontró a su compañera dando una lección de vocación

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La inmensa mayoría de las veces, trabajar en un centro de rescate de animales no es solo un trabajo. Es amor y dedicación, es una verdadera vocación. Te tiene que gustar ayudar a las mascotas, pues de lo contrario podría ser un trabajo muy duro.

Fue en un centro de New Hampshire, en Estados Unidos, donde el ejemplo de una de las trabajadoras dejó claro que lo suyo era vocacional. Prissy, una cachorrita abandonada, estaba a merced de la vida en la calle hasta que fue rescatada y llevada al centro de animales de Conway, en New Hampshire.

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Allí aprendió lo que era recibir amor. La administradora del centro, Debra Cameron, fue de visita a la protectora donde se encontraba Prissy para ver cómo se encontraba después de la cirugía que se le hizo para esterilizarla. Cuando se acercó, se encontró con una imagen que era todo amor.

En la habitación de esta perrita se encontraba otra ocupante más. Chrissy Ireland, una trabajadora de esta perrera se había tumbado junto a la perrita para reconfortarle y darle cariño.

Eso sí que es vocación.

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A raíz de esta bonita imagen, Cameron explicó que, al contrario de lo que se piensa, no todos los centros de rescate de animales son lugares tristes. "Nosotros ofrecemos amor, cuidados y cariño a todas las mascotas que nos llegan", decía la representante de esta protectora de Conway.

Así es como debería ser siempre, tendríamos que amar más a nuestros animales. Aquí te dejamos el vídeo con la historia; a partir del segundo 0:35 puedes ver cómo encontraron a Chrissy cuidando de la perrita.

Fuente: The Dodo

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