Firma de moda española diseña chaquetas y gabardinas anticovid

gabardinas anti covid scaled

Las nuevas propuestas para evitar los contagios de coronavirus vienen proliferando en los últimos meses. Numerosas empresas apuestan por tecnologías vanguardistas en su afán de no sucumbir a los estragos de la pandemia. Una de estas es la firma de moda española Javier Simorra, que en su sitio web asegura haber diseñado una colección de invierno anticovid.

 

No es la única empresa que ha desarrollado esta moda anticovid, pues también se encuentran la compañía italiana Albini y la marca británica Vollebak. Todas estas firmas utilizan tejidos antivíricos y señalan que pronto más empresas apostarán por dicha tecnología.

 

¿Qué son los tejidos antivíricos?

Estos tejidos, empleados por Javier Simorra y otras marcas, son textiles que fueron sometidos a múltiples procesos bioquímicos que inactivan cualquier agente viral que se impregne en la ropa. Se supone que los virus no sobreviven en los tejidos, desapareciendo en un tiempo aproximado de cinco minutos.

 

La marca Nakeba fue la encargada de concretar estos textiles para Javier Simorra, afirmando que en las pruebas realizadas en laboratorios japoneses y chinos, se obtuvo resultados con 99 % de efectividad en la inactivación del virus. La combinación de tejidos y fibras Nakeba VirProtect+ suele recomendarse para situaciones de peligro, donde la exposición a los microorganismos nocivos es alta. Sin embargo, la marca trasladó su tecnología al uso cotidiano, especialmente para la creación de chaquetas y gabardinas.

 

Estas nuevas implementaciones de bioseguridad textil se suman a las prendas fabricadas con fibra de cobre (casacas, chalecos, sacos, etc.) que están produciéndose en Italia como medida anticovid, precisa Daniela Alfaro, experta en tendencias de StyleSpring. También se unen a los tejidos Viroformula de la compañía suiza HeiQ, la cual propone el uso de su invento en chaquetas, pantalones, batas e incluso mascarillas.

 

¿El uso de ropa antivírica genera riesgos?

Pese a que ya existen chaquetas, gabardinas, camisas y pantalones antivíricos, estos todavía son objeto de reanálisis y perfeccionamiento. La meta principal es que no quede ningún margen de error para el uso de los tejidos anticovid, pues las consecuencias serían terribles por la sensación de seguridad.

 

Esto lo señalan portavoces de la Sociedad Española de Microbiología, quienes precisan que los usuarios de estas prendas podrían descuidar las medidas de bioseguridad por creer que vestir con ropa antivírica los protegerá del contagio. “El debate sobre estas prendas es secundario y lo fundamental es seguir recurriendo al jabón, la distancia social y las mascarillas homologadas”, resaltan los portavoces.

 

Muchas prestigiosas organizaciones del rubro, como el Instituto Hohenstein, sostienen que no se puede detener la tecnología antivírica en el sector de la moda. Sin embargo, también aseveran que las investigaciones en esta área no son concluyentes, por lo que existen todavía ajustes que realizar. Lo que se busca, finalmente, es amalgamar la tecnología antivírica con los múltiples diseños de moda sin que ninguno se vea perjudicado y, por ende, no haya consecuencias negativas para los usuarios.

 

 

 

 

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