Esto es lo que sucede cuando descubres que tienes una sombra

Hubo un momento en el que todos vivíamos sin saber que es tener una sombra. Ni nos preocupábamos ni era una cosa preocupante, lo extraño hubiera sido no tenerla. Sin embargo llega un momento en el que vamos descubriendo ciertas cosas, un día nos tocamos los pies y se nos abre un mundo de posibilidades. Otro vemos que podemos emitir sonidos y empezamos a ser la pesadilla de la gente durmiendo. Y luego llega el día en que nos volvemos conscientes de la sombra que proyectamos.

Lo normal es no acordarse, pero por regla general debimos vivir algo parecido a lo que experimenta esta niña. Gracioso, tierno e impactante para nosotros mismos. Tan sorprendente es descubrir que no estamos solos que podríamos pasar horas estudiando el tema.

Y menos mal que nuestras sombras no son como la de Peter Pan que iba a su aire, eso hubiera sido mucho más perturbador para cualquiera.

Para ella es un gran descubrimiento, para nosotros un momento de diversión asegurado. Qué bonito puede ser crecer aprendiendo de este modo, descubriendo el mundo por nosotros mismos.

Lástima que con la edad perdamos esa capacidad innata para sorprendernos y maravillarnos con cualquier cosa. Dicen que una de las claves para ser más felices de adultos es conservar una parte del niño que todos llevamos dentro. Si eso supone estar tan alegres y entretenidos con los pequeños detalles de la vida, todos deberíamos, al menos, intentarlo.