Tratar mal a un animal es una de las acciones más despreciables que puede hacer el ser humano, pero si encima es tu propia mascota, este acto se vuelve sencillamente incomprensible y repugnante. Si no te gustan los animales, solo tienes que alejarte de ellos y evitar toda relación, lo agradecerán más que tú.
En el siguiente vídeo, un hombre despierta y aparta violentamente a su gato de una silla para sentarse él a tocar la guitarra. Su despcrecio, sin embargo no queda impune. Mira lo que ocurre segundos después. ¡Le está bien empleado!
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