Cuando se nos plantean nuevos retos, nuestro cerebro se pone en marcha para superar los obstáculos y permitirnos conseguir lo que necesitamos. Es un proceso natural que se da en humanos y otras especies animales y, lo cierto, es que es la mejor manera de entrenar el ingenio y de desarrollar la inteligencia.
Por eso, cuando nos encontramos con situaciones en las que un animal o un niño se enfrenta a un desafío es bueno que dejemos que intenten resolverlo por si mismos, siempre y cuando la situación no suponga un peligro para ellos. Esta es la principal razón por la que nos ha encantado este vídeo, no solo porque una tortuga muestra una gran inteligencia dejando boquiabiertos a sus humanos, sino porque también ellos permanecen observando y dando su espacio al animal para que desarrolle una nueva habilidad.
Jamás habría pensado que las tortugas pudiesen llegar a una conclusión así. ¡No te pierdas el vídeo!
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