Empieza a cantar en el campo y reúne a un grupo de vacas como público

La música es solución a miles de problemas. Nos alegra, nos tranquiliza y nos quita las penas. También amansa a las fieras, pues atrae a los animales igual que a los humanos. Ya se hablaba de ello en el Flautista de Hamelin, y lo hemos visto mil veces en la imagen de los encantadores de serpientes, que consiguen más de lo mismo con un pequeño instrumento.

Lo que no podíamos imaginar es que las vacas fueran también fueran sensibles a los cantos musicales. Increíble cómo una melodía puede conseguir tanto.

Como si de una imagen de un relato medieval se tratara, esta joven se planta en mitad de un prado y comienza a cantar.

Las vacas reaccionan como lo haríamos nosotros. En cuanto la chica inicia su melodía, estos animales dejan su tranquilo pastar y se acercan como hipnotizadas.

Tanto es el poder de la joven, que las vacas se quedan embelesadas y todo acaba pareciendo una película de Disney.

Descúbrelo en el vídeo, porque a veces no hay palabras suficientes cuando reina la música.

Fuente: Jonna Jinton