Emocionante: así un cóndor andino le ganó la batalla al maltrato animal

condor sayani

El ser humano es el hombre que más arruinó el planeta Tierra con su accionar depredador de otros especies y del medio ambiente en el que vive.

Los efectos de su desprecio por la naturaleza se notan cada vez más, y de manera más dramática, en inundaciones, sequías, aumento de la temperatura y otros desastres naturales.

También en la cantidad de especies animales que se extinguieron o están en grave peligro de extinción debido a que el hombre destruye su hábitat natural en busca de un rédito económico desenfrenado o solamente por el triste gusto de matar para decorar sus superfluos adornos con cadáveres de animales.

Quien es la valiente Suyana

Esta es la historia de un cóndor hembra en el norte de la Argentina. La protagonista es Suyana, que fue víctima del maltrato animal al ser herida por un impacto de una escopeta en pleno vuelo pero que luchó para no caer presa de sus cazadores.

Suyana escapó de la muerte pero herida, no pudo volar más. Afortunadamente, la encontraron personas más conscientes de su rol en la naturaleza y de inmediato se activó el procedimiento de rescate. La Secretaría de Ambiente, la Policía y la Fundación Bioandina Argentina le dieron los primeros auxilios en la Estación de Fauna Autóctona de la provincia de Salta para salvarle la vida.

Este ejemplar de cóndor andino fue trasladado a la capital del país, Buenos Aires, para su curación.

Una vez recuperada, Suyana viajó nuevamente a Salta, al pie de la imponente Cordillera de Los Andes, para volver a volar.

Entre los cerros de camino al paraje Hualinchay, en la hermosa región de Cafayate, con una ceremonia ancestral de la que participaron representantes de comunidades originarias de la zona, Suyana salió de su jaula.

Tras mostrar orgullosa y vigilante sus amplias alas, se lanzó a su espectacular vuelo ante el asombro y la perplejidad de las afortunadas personas que participaron de su liberación.

Dónde vive

El hábitat del cóndor andino es la Cordillera de Los Andes en toda Sudamérica, desde los picos más altos de esta cadena montañosa hasta las costas del oeste en el Océano Pacífico y al este en el Océano Atlántico.

El cóndor andino es un símbolo nacional de Argentina, Bolivia, Chile,​ Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y Ecuador, que es país en el que este animal está presente en toda su extensión y donde está su mayor área de distribución.

El asesino silencioso de los cóndores

En Sudamérica existen alrededor de 6.700 cóndores andinos en toda la Cordillera de Los Andes.

En 2017 y 2018, los últimos dos datos con estadísticas oficiales completas, se encontraron en Argentina 91 cuerpos de cóndores andinos muertos.

El año pasado se logró un triste récord: 58 animales de esta especie aparecieron muertos con signos de envenenamiento. Los estudios toxicológicos detectaron restos del pesticida carbofuran en los cadáveres de los cóndores.

El carbofuran es uno de los pesticidas más tóxicos del mundo. Su uso está prohibido en Canadá y en la Unión Europea. En Estados Unidos, donde hay trámites para intentar prohibirlo desde hace más de una década, también existen casos de águilas y grandes buitres carroñeros envenenados por este pesticida.

En Argentina, el carbofuran estaba registrado para uso en diversos cultivos como maíz, sorgo, zapallo, sandía, melón, caña de azúcar y vid. Desde 1991 estaba prohibido en perales y en manzanos.

Recién hace pocos días –desde el 10 de octubre de este año-  entró en vigencia su prohibición total, anunciado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a raíz de un impactante caso de 34 cóndores muertos en la provincia de Mendoza.

Características del cóndor andino

El cóndor andino es una enorme ave,  las más grande del mundo no marina que es capaz de volar. Puede pesar hasta 15 kilogramos. Lo más impactante de su aspecto físico su ingente envergadura de alas: extendidas de punta a punta pueden llegar a medir tres metros de largo.

El tamaño de sus alas es tan grande que el cóndor necesita algo de ayuda para mantenerse en el aire y, por eso, prefiere vivir en zonas ventosas, donde pueden planear sobre las corrientes de aire sin gran esfuerzo.

Los cóndores andinos habitan en zonas montañosas aunque también se los puede encontrar cerca de las costas, donde abundan las brisas marinas, e incluso en desiertos con fuertes corrientes térmicas de aire.

Estos ejemplares suelen ser negros, pero se caracterizan por un impactante “collar” blanco en su plumaje alrededor del cuello y también zonas de este color en sus alas. Al igual que sus “primos” californianos en América del Norte, los cóndores andinos lucen sus cabezas calvas.

Qué comen los cóndores andinos

Los cóndores son carroñeros, por eso siempre están atentos en busca de carroña, que compone la mayor parte de su menú.

Estas aves prefieren alimentarse de animales grandes, salvajes o domesticados. Cuando comen también realizan una importante labor como barrenderos de la naturaleza.

Cómo su principal actividad no es la caza, carecen de las afiladas garras que poseen los depredadores. Pero sus afilados picos son excelentes para desgarrar a los animales muertos.

En el caso de las intoxicaciones con agrotóxicos, los cóndores consumieron animales que vivían en campos que fueron fumigados, lo que muestra la cadena de terror que genera la contaminación generada por el ser humano en su desenfrenada búsqueda por una mayor productividad de la tierra.

Peligro de extinción

Algunos ejemplares de cóndores han vivido más de 75 años en cautiverio. Sin embargo, se reproducen lentamente. Su población no crece al ritmo de la desaparición de los que fallecen por culpa del avance del hombre.

Cada pareja reproductora solo tiene una cría cada dos años, y ambos progenitores deben cuidar de ella durante un año entero, por lo que la muerte de algunos de ellos pone en riesgo al pequeño recién nacido.

  1. Miguel Ángel Campos dice:

    El puma (felis concolor) es parte esencial de la cadena. Los granjeros los envenenan, también zorros, escasean cadáveres. Se le acusa de atacar rebaño, y esto es posible por la presión. En la cordillera venezolana fue desarraigado. En más de cinco años no ha habido avistamientos.

Subir