Dieta para la diabetes, consejos de alimentación para regular la glicemia
La dieta para la diabetes es un plan que tiene como objetivo controlar mejor la enfermedad, evitando complicaciones para las personas con diabetes, así como mejorar la calidad nutricional de las comidas.
Cualquier persona que viva con diabetes sabe que a menudo es difícil mantenerla bien regulada. Esto se debe a que varios factores pueden interferir con la glucosa en la sangre, que es el nivel de glucosa en la sangre. El estrés, el uso de medicamentos, el sedentarismo, pero sobre todo la nutrición son factores que merecen atención y cuidado en la rutina.
Muchas personas también creen que los diabéticos tienen que mantenerse alejados de los dulces y las masas. En otras palabras, después del diagnóstico, la dieta tiene que ser muy regresiva y no hay lugar ni para un brigadier de cumpleaños.
Pero en realidad, el secreto es la moderación y el sentido común. Por supuesto, algunas imágenes de la diabetes necesitan un control más estricto, especialmente si la glucosa en la sangre no está compensada.
Las directrices también dependen del médico que acompaña la fotografía, porque cada paciente necesita una asistencia individualizada. Pero algunos consejos ayudarán a las personas con diabetes a tener una dieta adecuada para la enfermedad sin perder el placer de la mesa!
Índice del artículo
¿Qué es una dieta para la diabetes?
Una dieta para la diabetes es aquella que se adapta a las necesidades nutricionales de cada persona con la enfermedad, pero con especial atención al control glicémico. El objetivo es elaborar un menú que mantenga el sabor y la variedad, trayendo siempre el placer de comer.
Es decir, la dieta para la diabetes, así como todos los alimentos, no debe ser difícil de seguir, no debe desanimar a las personas ni hacer que las comidas sean más caras.
El enfoque principal de la planificación es combinar los hábitos alimenticios de la persona con las nuevas necesidades, reduciendo los picos glucémicos, ayudando a controlar la glucemia y poniendo más opciones saludables.
En general, la comida debe consistir en una buena ingesta de vitaminas, minerales, proteínas y fibra. Para ello, algunos consejos, junto con una orientación nutricional especializada, pueden ayudar:
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Cambiar el azúcar
El edulcorante es mejor que el azúcar refinado para el control glicémico. Dado que no afecta a la glucosa en sangre, puede utilizarse para endulzar bebidas y alimentos reduciendo la cantidad de carbohidratos en los mismos.
Los que no quieran usar edulcorantes artificiales pueden optar por edulcorantes naturales o incluso adaptar el sabor a bebidas sin caramelos.
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Insertar proteínas y fibras
No siempre es posible cambiar todos los productos por las versiones completas u optar por bocadillos con pocos carbohidratos. La tapioca o el pan blanco, por ejemplo, puede seguir formando parte de las comidas, sólo hay que equilibrar la porción. Una buena manera de retrasar la degradación de los carbohidratos de estos alimentos es incluir fuentes de proteína o fibra.
Así, se puede insertar una loncha de queso blanco, pechuga de pavo, un vaso de leche desnatada o harina de linaza en la preparación para reducir el índice glucémico de la comida.
¿Qué es lo que no puede comer un diabético?
En general, no hay alimentos prohibidos, pero hay ciertas precauciones en la elección. Se deben evitar algunos productos ricos en azúcares, con una alta carga glucémica y pobres en nutrientes. En esos casos, se pueden hacer intercambios o combinaciones inteligentes que mejoran la digestión y evitan los picos de glucosa.
Si hay algún alimento prohibido, es el personal médico y nutricional quien debe remitir a la persona con diabetes. Pero, en general, los artículos que deben comerse con moderación son:
- Bebidas ricas en azúcar;
- Jugos de frutas con alta carga glicémica (naranja, por ejemplo);
- Balas y piruletas;
- Arroz blanco;
- Harina blanca;
- Azúcar refinado;
- Pizza;
- Frutas en almíbar;
- Pan de queso.
Dieta para la diabetes gestacional: ¿qué comer?
Una dieta para la diabetes gestacional debe seguir las mismas premisas de una buena dieta. Es decir, la mujer embarazada que necesita mantener o disminuir sus índices glicémicos debe incluir buenas fuentes de nutrición, ricas en fibra y con menos carbohidratos.
Las directrices de la Asociación Americana de la Diabetes sugieren que las madres con diabetes gestacional coman 3 comidas moderadas al día, alternando con 2 o 4 pequeños bocadillos. Esto ayuda a mantener el hambre a raya, el cuerpo bien alimentado y reduce los picos de glucosa en la sangre.
La falta de cuidado de la alimentación y de la vigilancia obstétrica puede causar riesgos para el embarazo y la salud de las mujeres. Por ejemplo, provocar un parto prematuro o, después del parto, desencadenar la diabetes de tipo 2 en la mujer.
¿Qué frutas debe evitar una persona con diabetes?
Con moderación, todas las frutas pueden formar parte de la dieta. Sin embargo, algunas frutas que deben consumirse con moderación son el plátano, la naranja, la manzana, la sandía, la pera y el lichi, por ejemplo.
Lo ideal es hablar siempre con profesionales de la nutrición y la endocrinología. Así, con una orientación especializada, puede aprender cómo reacciona la glucosa de la sangre a cada alimento, ajustando los alimentos y la medicación.
Esto le permite elegir alimentos con más variedad, adoptando preferentemente comidas nutritivas, fuentes de vitaminas y minerales.
La creación de una dieta para aquellos con diabetes mellitus, ya sea de tipo 1, tipo 2 o gestacional, siempre debe ser realizada por un profesional de la nutrición. Es muy importante que la elección de los alimentos sea adecuada a las necesidades de cada paciente, ofreciendo todos los nutrientes fundamentales para el cuerpo.
También es importante que las comidas sean agradables y generen satisfacción al comer.
Por eso la historia de que los diabéticos no volverán a comer dulces es una mentira. La moderación y una rutina saludable permiten a los pacientes tomar decisiones inteligentes, con placer de comer y sin dañar la glucosa en la sangre.
