Dejaron de alimentarlo y lo tiraron a la basura. Su caso acabó endureciendo la ley de protección animal
Los primeros dueños de Patrick hicieron algo horrible e inhumano. Con tan solo dos meses de vida, dejaron de alimentar al cachorro y cuando estaba demasiado delgado lo tiraron a la basura.
Estas horribles personas se cansaron del cachorro. No quisieron ocuparse más de él y lo trataron como si fuera basura. Lo echaron por el conducto de los desperdicios de su edificio, que tiene 20 metros de longitud.
Los dueños pensaban que el animal estaba ya muerto, pero cuando un empleado del edificio notó un leve movimiento en una de las bolsas decidió mirar por ver qué pasaba. Fue entonces cuando descubrió a Patrick apenas aferrado a la vida, al borde de la muerte.
Inmediatamente, llamó al Centro de control de animales de Newark, en Estados Unidos, y el equipo de rescate vio rápidamente qué necesitaba el cachorro para sobrevivir.
Lo trasladaron a sus instalaciones donde, además de una transfusión de sangre, le ofrecieron todos los cuidados que necesitaba.
Patrick era un luchador y no estaba solo. Se veía en sus ojos que quería vivir, y poco a poco fue recuperando forma y pareciéndose más a lo que era, un perro y no basura. Con el paso del tiempo empezó de nuevo a caminar, lo que era un signo total de supervivencia.
Recuperó el apetito también, y empezó a comer por sí solo como un cachorro sano y feliz.
Gracias a la labor del personal del Centro, Patrick dejó de tenerle miedo a los humanos. Se acercaba a ellos y era cariñoso a pesar de su sufrimiento durante los primeros meses de su vida. Incluso pedía que lo acariciaran.
Su historia dio la vuelta en las redes sociales y todo el mundo quiso apoyarlo. Se recaudaron cerca de 30.000 euros en solo tres días. Empezaron a llamarlo Milagro porque los perros que llegan a este refugio en sus condiciones no suelen sobrevivir a la primera noche, y menos durar meses.
Aunque Patrick superó todos los obstáculos, tenía que seguir llevando ropita para perros hasta que recuperara su peso normal.
Su caso llamó la atención del senador de su condado, quien lo condecoró por su perseverancia. La repercusión social fue tal en la comunidad, que se creó un proyecto de ley para endurecer las penas por abuso animal. En 2013, el gobernador de Nueva Jersey firmó la "Ley Patrick", que pasó a considerar como delito de cuarto grado el negar las necesidades alimenticias y de salud a cualquier animal.
Es lamentable que sigan ocurriendo cosas así en un mundo que se hace llamar civilizado. Solo podemos esperar que las personas que tienen en sus manos la posibilidad de ayudar sigan entregándose a estas causas y se sigan esforzando por concienciar a la población. Se necesitan mejores leyes de protección animal en todo el mundo y es una pena que tengamos que llegar a estos extremos para que la sociedad y la política tomen conciencia de esta responsabilidad.
Fuente: FaithTap