
Desconocemos el motivo por el que alguien decidió encerrar a este carlino en una jaula, pero por suerte el video tiene final feliz. Su amigo, un Doberman bastante más grande que él, no aceptó la situación de que su compañero de juegos permaneciera confinado en ese espacio reducido, así que decidió tomar cartas en el asunto.
Tras un rato estudiando sus posibilidades, consiguió abrir la jaula y liberar a su pequeño compañero de su cautiverio, cosa que ambos celebraron con gran alegría.
El video es muy divertido y nos alegramos de que el perro consiguiera su propósito, ya que no estamos de acuerdo en absoluto en que un perro tenga que pasar parte de su tiempo encerrado en una minúscula jaula a no ser que sea una situación de extrema necesidad.
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