Decretan asesinar a balazos a 10.000 camellos en Australia por los incendios

camello

La tragedia de los incendios en Australia no para de crecer. Millones de hectáreas arrasadas por las llamas dejan una imagen de desolación tremenda. Los especialistas calculan que más de 500 millones de animales murieron por el calor, las quemaduras y la falta de comida provocada por la desaparición de la vegetación. Los koalas, animales icónicos de estas tierras, protagonizan escenas inverosímiles, al acercarse a los seres humanos clamando por un trago de agua. Y en medio de tanta muerte, las autoridades han tomado una decisión que desató la crítica de muchas asociaciones de protección de los derechos de los animales. Se ordenó la matanza a balazos, (¡sí, a balazos!) de 10.000 salvajes camellos en Australia.

Esta salvaje decisión es condenada mundialmente porque los incendios en Australia son reflejados por toda la prensa del planeta. Pero en realidad no es la primera vez que sucede algo así.

Cuando llega la época de sequía extrema en Australia, las autoridades vuelven a apuntar –literalmente- contra los camellos sin dueños en la región. La excusa para exterminarlos salvajamente y sin piedad es que consumen demasiada agua y se comen vegetación autóctona. Y el único plan que se les ocurre a quienes deciden, parece ser, es el peor de todos: asesinar más animales. Para agregarle espectacularidad a la matanza, el sangriento crimen será realizado por francotiradores desde helicópteros. El operativo durará en total cinco días.

Problema sin solución

La problemática de los camellos salvajes es constante en la región de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara, al noroeste del estado de Australia Meridional.

Como ocurre periódicamente, miles de animales abandonan las zonas áridas en las que viven normalmente para buscar agua desesperadamente en zonas habitadas por seres humanos.

En un comunicado oficial de las autoridades en Facebook, se justifica el asesinato masivo porque los grupos de camellos causan daños y riesgos para la seguridad de las personas. Es que los animales, en su desesperada búsqueda de agua, invaden granjas y pequeños poblados.

"Algunos camellos mueren de sed o se pisotean para tener acceso al agua. En algunos casos, los animales muertos han contaminado importantes fuentes de agua y sitios culturales", aclaró el Departamento de Ambiente y Agua de Australia.

Matar por una cuestión ecológica: la excusa contra los camellos en Australia

Para contestar a las críticas de los animalistas, el Consejo de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara lanzó otro comunicado para justificar este sacrificio de camellos como un beneficio económico y una medida contra el cambio climático.

"Deshacerse de los camellos salvajes es una forma de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero", sostiene el texto oficial, que afirma que estos camellos cimarrones emiten un promedio de una tonelada de dióxido de carbono al año.

"Los camellos salvajes doblan su población cada nueve años, emitiendo más gases de efecto invernadero que empeoran el cambio climático" afirmó el jefe de la empresa especializada en emisiones agrícolas RegenCo, Tim Moore.

"Un millón de camellos salvajes emitiendo una tonelada de dióxido de carbono al año es el equivalente de tener 400.000 vehículos más en las carreteras", comparó.

¿Por qué hay tantos camellos en Australia abandonados?

Los camellos son considerados una plaga en Australia. Es que es una especie foránea que se reprodujo sin control y ahora los gobiernos no pueden controlarlos. Pero es lamentable que la única solución sea la matanza cruel a balazos.

En 2008 se calculó que la población de camellos salvajes había alcanzado el millón de cabezas. En ese momento, los expertos estimaron que en una década podrían llegar a ser dos millones. Por eso, se estableció que esta especie estaba amenazando el medioambiente y a las especies nativas. La única solución que se tomó fue criminal: llevar adelante un programa de eliminación selectiva para reducir la población. Cinco años después, los camellos cimarrones cayeron hasta 300.000 debido al exterminio.

Los camellos son animales ungulados originarios de zonas secas y desérticas de Asia. Los primeros camellos que llegaron a Australia fueron importados en 1860 por los expedicionarios Robert O'Hara Burke y William John Wills. En total fueron 24 animales de esta especie en aquella expedición, que fue la primera realizada por personas no nativas del continente (19 hombres) a través del interior de Australia.

En los siguientes años, alrededor de 15.000 camellos junto con sus adiestradores llegaron a Australia para servir como transporte a través del árido terreno. La mayoría de los camellos que arribaron en el siglo XIX eran dromedarios de la India.

Con la llegada del progreso tecnológico, a partir de 1930 los animales fueron reemplazados por los coches para los desplazamientos por las arenas del interior del territorio australiano.

Fue entonces cuando, al no obtener un rédito económico por su propiedad, los camelleros comenzaron a abandonar a sus animales. Ya libres, los camellos se adaptaron muy bien al hábitat australiano y se multiplicaron como cimarrones.

De hecho, Australia es el único país en el mundo en el que existen manadas cimarronas de camellos. Y, curiosamente, en este país vive la única manada de dromedarios que muestran un comportamiento salvaje en libertad.

  1. Eric Jones dice:

    Que buen articulo

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