Los gatos son unos animales que han sabido como nadie adaptarse al entorno. A pesar de ser de constumbres nocturnas y muy independientes, han sabido hacerse un hueco en nuestras vidas y disfrutar de nuestra compañía, como nosotros de la suya.
Se ha descubierto que, ciertos maullidos que emiten, han ido evolucionando para comunicarse expresamente con los humanos. Sonidos que no utilizan para «hablar con los de su misma especie».
Pero el protagonista de hoy no tiene explicación aparente. La cámara se va acercando y vemos a un gato de espaldas pero escuchamos a un perro. ¿Cómo es posible?
Encima el felino, cuando ve que lo pillan, intenta disimular maullando otra vez.
¡Muy divertido!
Fuente: Pájaro News
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