Conmovedora reacción de unos chimpancés al reencontrarse con la mujer que los liberó hace 18 años

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La de hoy es una de esas historias que vienen a mostrarnos dos caras opuestas de nuestra relación con algunos animales: por una parte, uno de los lados más amargos, el que deriva de las prácticas de investigación que utilizan a los animales para experimentar y lograr encontrar curas a enfermedades o respuestas acerca de nuestra propia especie; por otro, uno de los más inspiradores, el que demuestra que somos conscientes de lo mucho que les debemos y que no son pocas las personas que trabajan por ayudar a animales que han sufrido.

Se trata de la historia de Linda Koebner, una especialista en comportamiento animal que, al graduarse, tuvo la oportunidad única de encargarse de la liberación y adaptación de un grupo de chimpancés que habían vivido durante años al servicio de la búsqueda de una cura para la hepatitis. Su sufrimiento salvó la vida de millones de personas en el mundo y llegó el momento de hacer algo bueno por ellos.

Linda dedicó cada día de su vida durante 4 años a ayudar a estos tres chimpancés a aprender a disfrutar de su libertad. No fue fácil, pues habían vivido en jaulas la mayor parte del tiempo; pero la perseverancia y el esfuerzo dieron sus frutos, y los animales consiguieron adaptarse a su nueva vida en el refugio para chimpancés que se creó para la ocasión.

Cuando el objetivo estuvo cumplido, Linda hubo de marcharse, pero en 2014, 18 años después, decidió volver a visitar a sus viejos amigos. Argo Films captó el mágico reencuentro para el documental Wisdom of the wild, y os aseguro que es inolvidable.

Ver las caras de los animales, sus gestos y su emoción al ver a Linda es la muestra más clara que hay de la memoria, del cariño y de los sentimientos que albergan estos animales. Es un momento bello, pero se le cae a uno el alma a los pies al pensar en lo mucho que sufren por nuestra culpa.

Hoy, el refugio creado por Linda y su equipo acoge a muchos más chimpancés rescatados de laboratorios o que fueron adquiridos como mascotas para luego ser abandonados. Todos ellos disfrutan de una vida mejor, no en un entorno salvaje, pero sí en un lugar donde pueden vivir a sus anchas y recuperarse de lo que han sufrido.

Desde aquí, queremos difundir estas imágenes para ayudar a crear conciencia sobre la verdadera realidad del comportamiento animal, porque hay muchos que aún afirman que los animales ni sienten ni padecen y no podrían estar más equivocados.

Original: argofilms

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