Cómo tratar la cola rota de un gato

Los gatos a menudo se meten en problemas, tanto si viven fuera o dentro de la casa, la mitad aquí y la mitad allá. No es de extrañar que los gatos puedan tener una variedad de lesiones, incluida entre ellas, una cola lesionada.

Si su gato llega a casa y no levanta la cola, o si parece doblado o roto, es posible que tenga una lesión en la cola o incluso la cola rota. Es posible que vea una herida abierta, sangre o un hueso. La mayoría de las veces, los gatos se hacen daño en la cola al ser golpeados (por ejemplo, cuando un objeto les cae encima o una puerta se atasca), tirando (el gato intenta huir si está atrapado, niños pequeños que abusan de ellos), o ambos. Te mostraremos cómo identificar la cola rota y cuidar al gato durante el proceso de curación

Determina si la cola está rota

1 Presta atención al comportamiento del gato.

El comportamiento de su gato es la primera señal para saber si su gato tiene una lesión en la cola. Tu gato arrastra la cola o la sostiene siempre cerca del suelo, chorreando orina o diarrea. Su gato camina de manera desigual o tiene poca coordinación entre sus patas traseras.

El goteo de orina o la diarrea por sí solos no son síntomas de una cola rota. Si la lesión es lo suficientemente grave como para causar síntomas como este, el gato se asegurará de arrastrar la cola hacia atrás.

2 Examina la cola del gato en busca de lesiones.

Sienta suavemente a lo largo de la cola. Los signos de lesión o rotura son áreas sensibles, hinchadas o dobladas. Si nota enrojecimiento, sensibilidad o hinchazón con líquido debajo de la piel, podría ser un absceso o una bolsa de pus en la cola del gato.

Si por lo contrario un hueso sobresale o nota falta la piel de la cola, de modo que solo queda el hueso, entonces es un "desprendimiento".

Si nota una torcedura y que no es dolorosa en la cola del gato, es probable que el gato haya nacido con ella o que se trate de una herida antigua que ya se ha curado.

Nunca tire de la cola ni intente quitar ninguna parte de la cola, ya que puede haber tendones tensos y nervios sensibles allí. Una cola rota puede causar hemorragia arterial, que es difícil de controlar y podría poner en peligro la vida del gato

3 Lleva al gato al veterinario si sospechas que tiene una lesión en la cola.

El veterinario puede tratar la lesión sin dañar más la cola. Su gato puede necesitar una amputación parcial o total de su cola si sufre de un desprendimiento, un corte profundo o un corte grande o casi completo.

Es posible que tu veterinario te recete antibióticos para ayudar a prevenir una infección, que es muy probable en las heridas abiertas. Incluso si no hay heridas externas, el veterinario puede verificar si su gato tiene otras lesiones. El veterinario puede encontrar daños neurológicos en la cola como resultado de tirar de la cola durante un accidente.

El veterinario examinará la cola en busca de signos de daño físico o neurológico. Si el veterinario sospecha daño a los nervios, puede hacer un electromiograma. Se comprueba la actividad nerviosa del esfínter anal y de la cola. Así es como el veterinario sabe si la cola puede volver a estar sana.

Es posible que el gato todavía tenga dolor cuando lo lleves al veterinario. Mantente cerca de él y háblale en un tono tranquilo. Cuando lleve al gato al veterinario, envuélvalo sin apretar en una toalla y colóquelo en un transportín para mascotas. Eso los calma.

4 ¿Cómo funcionan los tratamientos?

Dependiendo del tipo y ubicación de la lesión en la cola, el veterinario sugerirá cirugía u otra intervención.  Si la cola está paralizada pero el gato aún puede caminar, es probable que el médico le ampute la cola. Si la cola termina con una ruptura con la que el gato se siente cómodo, entonces el veterinario sugerirá una cura sin más tratamiento.

Es posible que su gato deba quedarse con el veterinario durante unos días para recuperarse y sanar, o para evaluar el alcance de la lesión.

Si es necesario amputarle la cola al gato, no se preocupe. El gato tarda un poco en acostumbrarse a la falta de nervios y al nuevo equilibrio. Tu gato se acostumbrará y su movilidad no se verá afectada a la larga

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