5 Mejores vitaminas para prevenir las infecciones virales

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¿Qué son los suplementos antivirales?

Los suplementos con efecto antiviral están hechos de extractos naturales y tienen la capacidad de inhibir el desarrollo y la propagación de virus. Los extractos más efectivos con efecto antiviral actúan sobre el sistema inmune, lo que lo fortalece para combatir el virus de manera efectiva. Debido a que la acción de los antivirales es activar el sistema inmune, también son efectivos en virus que mutan y son resistentes a los tratamientos convencionales.

Además del efecto de suprimir la acción de los virus y las infecciones virales, al apoyar el sistema inmunitario, los extractos naturales con efecto antiviral tienen otros beneficios: funciona como un tratamiento natural para los resfriados, apoya la actividad cardiovascular y digestiva y actúa como antiinflamatorio.

Las mejores vitaminas para prevenir las infecciones virales

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1. Vitamina D3

La vitamina D3 actúa sobre las células T inmunes que se activan para combatir virus y bacterias. Las células T contienen receptores de vitamina D3, lo que significa que su efectividad se logra solo en presencia de esta vitamina. Como resultado, una deficiencia de vitamina D3 se asocia con un sistema inmunitario debilitado propenso a infecciones. La vitamina D3 también activa un tipo de péptido con efecto antimicrobiano y permite la eliminación de bacterias antes del inicio de la infección.

La investigación colectiva ha demostrado que se ha demostrado que el efecto antiviral de la vitamina D3 destruye los agentes microbianos y los virus. Este efecto también está respaldado por la capacidad de la vitamina D3 en la respuesta inflamatoria provocada por una infección viral. El virus provoca la liberación de citocinas proinflamatorias, lo que agrava la enfermedad. La vitamina D3 disminuye la secreción de estas citocinas, disminuyendo los efectos de la infección.

2. Vitamina C

La vitamina C es reconocida por sus beneficios en el tratamiento de los resfriados y la gripe, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de fortalecer el sistema inmunológico. En particular, la vitamina C aumenta la actividad y la acción de las células inmunes que atacan virus, bacterias, mohos o esporas de hongos que pueden atacar el sistema inmunitario.

La acción antioxidante de la vitamina C aumenta la capacidad del cuerpo para combatir el estrés oxidativo y la inflamación, creando un ambiente hostil al desarrollo de virus y bacterias.

Como acción antiviral, la vitamina C interviene directamente en el sistema inmunitario al:

  • Mayor producción de interferón, que previene la infección de las células con virus
  • Estimula la actividad de los anticuerpos
  • Aumenta la función de fagocitosis, el proceso natural por el cual el cuerpo elimina los patógenos dañinos
  • Aumenta la producción de células inmunes T, B, NK, etc.
  • Inactiva el ARN y el ADN del virus
  • Disminuye la acción de las citocinas proinflamatorias

3. Zinc

El zinc es un mineral esencial para combatir infecciones de cualquier tipo, bacterianas o virales. La exposición actual a virus y bacterias consume nuestra ingesta nutricional de zinc , dirigida en apoyo de la inmunidad. Por lo tanto, la tasa de deficiencia de zinc entre la población es bastante alta. Un organismo con deficiencia de zinc también consumirá depósitos de zinc del hígado, por lo que el sistema inmune permanece expuesto a una infección viral o bacteriana, o incluso corre el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes.

4. Curcumina

La curcumina, es objeto de una amplia gama de estudios clínicos, que han demostrado sus efectos antimicrobianos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios. Los resultados prometedores de los estudios hacen que la curcumina sea un candidato fuerte en la lucha contra las infecciones virales y microbianas a través de su capacidad para activar ciertos agentes antimicrobianos en el cuerpo y suprimir la inflamación.

La curcumina expresa actividad antiviral contra algunos virus al inhibir su replicación, suprimiendo la acción del factor de transcripción nuclear NF-kB, necesario en la multiplicación. Además, tiene efectos protectores sobre las células infectadas, evitando su muerte como resultado de la infección con un virus.

La fuerte acción antiinflamatoria de la curcumina actúa directamente sobre ciertas citocinas inflamatorias que también se detectan en infecciones respiratorias y pulmonares agudas. La curcumina también reduce las concentraciones séricas de hs-CRP, la proteína C reactiva asociada con la respuesta inflamatoria del cuerpo a infecciones, lesiones o enfermedades crónicas.

5. Extracto de hoja de olivo

La hoja de olivo tiene propiedades antivirales notables y se usa para tratar tanto resfriados como infecciones graves como meningitis, cándida, neumonía, hepatitis B, malaria, gonorrea o tuberculosis. La investigación muestra que el extracto de hoja de olivo es tan potente que ha habido un aumento dramático en el número de células inmunes, incluso cuando se administra a personas con SIDA.

La oleuropeína es un componente único de las hojas de olivo, que ofrece un sabor característico, picante y astringente. Las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antivirales se deben a este componente activo específico de las hojas de olivo.

Este remedio no interfiere negativamente con la acción de los antibióticos, antifúngicos o antivirales sintéticos , siendo una ayuda valiosa en cualquier tipo de infección, desde el resfriado común hasta infecciones bacterianas o fúngicas en el hospital o infecciones virales respiratorias.

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