
Si hay algo que nos han enseñado los dibujos animados (y los dibujos animados nunca se equivocan), es que desde tiempos inmemoriales existe una guerra sin cuartel entre perros y gatos por la supremacía de las mascotas. Cada uno utiliza sus armas y no tiene piedad del otro. En este caso vamos a hablar de una estrategia de los gatos para despistar a sus archienemigos y confundirlos: robarles la cama.
Indice del artículo
«Sí, le he dejado estar un rato en la cama, pero cuando quiera la recupero»

«Bah, el suelo no es tan incómodo»

«Es tu cama, así que resuélvelo tú»

«Sigo pensando que ahí cabríamos los tres»

«Me prometiste que la cama era para mí, humano»

«¿Qué puedo hacer? Sólo peso unos 40 kg. más que él»

«¿Quieres la cama? Ven a buscarla. Ouch»

«Aquí falla algo»

«Me ha dicho 5 minutos, pero ya han pasado 5 horas»

«En realidad no estoy tan cansado»

«Vamos humano, a ti sí te hace caso. A veces»

«Se acabó. Échalo de la casa»

«Sospecho que estáis compinchados. Él no podría haberlo planeado solo»

«Es la última vez que me pasa. Mañana hablaré con él seriamente»

«Al menos este sofá no está tan mal»

Fuente: mashable
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