Una rata se acerca a un gato y juntos desmotan todos los mitos
Llevarse como perros y gatos, perseguirse como el gato al ratón o como el coyote al correcaminos. Mitos que se pueden desmontar con los ejemplo adecuados, porque ni todos los perros odian a los gatos, ni todos los gatos tienen entre sus peores enemigos a los ratones.
Cada animal, como cada persona, es un mundo. Así podríamos llegar a encontrarnos con varias contradicciones en las relaciones del mundo animal.
Esta historia es un ejemplo en esta línea y romperá los estereotipos que tenemos.
Un par de ratas, Peanut y Mocha, en especial una de ellas, persiguen al gato Ranj en busca de su cariño. Donde él va, ellas le siguen.
El gato, que llegó a la casa siendo un bebé, no tiene tampoco ningún problema con esta relación, y se deja mimar. Aunque a veces parece que el amor desmesurado es más por parte de las pequeñas ratas que por parte del felino, a ambos les gusta su amistad.
Casi parece que estuvieran dando una lección al mundo: es mejor llevarse bien. A veces gastamos mucha fuerza y energía en mantener rivales que no merecen la pena.
Mientras estos singulares amigos disfrutan de abrazos, mimos, comidas juntos y besos, nosotros nos maravillamos con imágenes así. Son un ejemplo a seguir.
La familia tenía miedo cuando Ranj llegó a la casa por si las dos ratitas no aceptaban al gato. Nada más lejos de la realidad, su relación es increíblemente buena.
No se dejan ni a sol ni a sombra, ni siquiera para poder comer más a gusto se separan.
Historias como esta son las que hacen pensar que no hay nada escrito, que cualquiera puede sorprendernos y que la fama muchas veces es solo eso, fama que nos precede sin ninguna razón.
Ranj, además, no está solo, pues ahora tiene otro amigo de su misma raza.
Aunque él sigue prefiriendo a su amiga la ratita.
¿Quieres verlos en vídeo? Aquí tienes la prueba que te dejará maravillado.
Fuente: The Dodo