Un niño con autismo llega a casa con una invitación de cumpleaños que hace llorar a su madre
Desempeñar la función de padres es siempre complicada. Existen un millar de manuales y opciones para criar a los hijos, pero no es matemático. Estas dificultades aumentan, además, cuando los niños tienen necesidades especiales. Entonces hay todo un mundo de obstáculos delante de ellos y de los padres.
Por ejemplo, con los niños que sufren autismo se tiene muy en cuenta que no se expongan en exceso a estímulos que puedan sobreexcitarlos. Imaginad vivir todo con mucha más intensidad; ruidos de coche, luces, gritos, gente o perros ladrando, sonidos cotidianos que pueden convertirse en un problema.
Esto es lo que más o menos siente el pequeño Timothy Klein, que tiene 7 años y vive con su madre Tricia.
Es un chico con gustos e intereses como los otros, solo que él se altera en exceso con las grandes multitudes. Y es que Timothy fue diagnosticado de autismo no verbal con 2 añitos.
Para evitar las aglomeraciones de gente, el niño ha evitado ir, por ejemplo, a fiestas de cumpleaños. Pero a la última que le invitaron no podía negarse a ir.
La invitación era de su amigo Carter, aunque la nota la escribió su madre, Ainsley Peikos. Ella quería asegurarse de que Timothy pudiera ir al cumpleaños de su hijo por lo mucho que se aprecian, así que escribió esta carta:
"Carter siempre está con Timothy y habla de él todo el tiempo. De verdad espero que pueda venir. Hemos alquilado un castillo hinchable con un pequeño tobogán. Tenemos también globos y pistolas de agua. Quizá Timothy pueda venir algo antes a la fiesta si puede ser mucho agobio estar con toda la clase. Hazme saber si vendrá y haremos que funcione".
Esas palabras hicieron que Tricia sintiera que es posible incluir a todos los niños que son diferentes. Las dos madres son ahora tan buenas amigas como sus hijos, que disfrutaron el cumpleaños por todo lo alto.
Al final, se demuestra que para solucionar ciertos problemas solo hay que proponérselo ¿cierto?
Fuente: Wimp.com