Nueva York prohibió hace un año los circos con animales, ¿es necesaria esta medida?
Son muchos los grupos activistas y animalistas que emprenden una lucha diaria contra el maltrato animal y la prohibición de espectáculos donde se utilizan animales. Dentro de estos, encontramos tanto festejos taurinos, como explotación en zoológicos y acuarios, como espectáculos circenses, entre otros muchos tipos.
Ya se ha conseguido establecer legislaciones y normativas que regulan este tipo de actividades en muchas partes del mundo.
Según el Consejo de la Ciudad, la ley asegurará "que los animales puedan vivir en su estado natural, no confinados en vagones pequeños y/o tratados de otras maneras inhumanas".
¿Por qué los animales nos deben formar parte de los circos?
¿Acaso la libertad y la dignidad de los animales tiene más valor que la diversión de unos y las ganancias de otros? La gran mayoría de lo animales permanecen encadenados o enjaulados, están privados de su libertad y son arrancados de su hábitat natural. Pasan la mayor parte de su vida en espacios reducidos que no cubren sus necesidades mínimas, allí su movilidad es limitada y su comportamiento animal es frustado, por lo que esto tiene graves consecuencias para ellos como estados de estrés y enfermedades.
Todo ello, para ser sometidos a estrictos entrenamientos por parte de los domadores, en contra de su voluntad para ser usados como objeto de entretenimiento y como recurso para ganar dinero. Su dignidad y sus derechos fundamentales no son tenidos en cuenta, ya que independientemente del trato que se les dé, estos animales están tristemente exclavizados y sometidos a la voluntad humana.
Circos sin animales
Por supuesto, que esto no quiere decir que los circos dejen de existir, ya que, son muchos los circos de gran calidad artística los que existen actualmente, donde se realizan multitud de espectáculos sin necesidad involucrar a ningún animal. Por ejemplo, malabares, acrobacias, bailes, equilibrismo, actuaciones de payasos... Los circos han de ser un lugar de risas y diversión, no de lágrimas y compasión.
Fuente: La Bioguía