Este pequeño bebé chimpancé estuvo 4 meses sin ver la luz del Sol
No nos cansaremos de decirlo, el ser humano es capaz de hacer las mejores cosas, pero también es capaz de las atrocidades más desagradables. En las historias de rescate de animales es donde vemos más claramente esta dualidad de las personas.
Os vamos a contar la historia de Juwa, un pequeño chimpancé que ha visto la cara más horrible de los seres humanos. Por suerte para él, siempre existe gente buena dispuesta a luchar contra las injusticias y el abuso hacía los animales.
Todo comenzó cuando Juwa fue capturado por los soldados de la República Democrática del Congo. No se sabe claro que fue lo que sucedió con su madre, pero es raro que abandonen a sus crías, por lo que se sospecha que murió de alguna forma. La intención de estos soldados era la de vender la cría por algunos miles de dólares.
Un agente de desarrollo se enteró de la situación del pequeño simio y habló con el coronel a cargo de los soldados para convencerle de que debía entregarle al bebé chimpancé. Su intención era llevarlo a un centro de rescate y reinserción de primates salvajes. Al día siguiente unos funcionarios se presentaron para confiscar al animal, la escena que se encontraron fue sorprendentemente desgarradora.
Juwa se encontraba en un pequeño cuarto oscuro donde había estado encerrado durante al menos los 4 últimos meses. En todo ese tiempo no había visto la luz del sol, estaba completamente deshidratado y hambriento y había carecido totalmente de cualquier tipo de cuidado o atención. Además se encontraba atado con una cuerda alrededor de su pequeño cuerpo, causándole heridas en la piel.
Itsaso, un trabajador del Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro (Lwiro Primates) dijo "El pequeño estaba atado a una cuerda. Al llevar tanto tiempo el roce le había provocado heridas profundas y mucho dolor".
El bebé también había empezado a volverse loco con el estrés y se había arrancado el pelo de los brazos. Además, al no recibir luz solar, su piel al descubierto era muy blanca, lo cual hacía que la situación fuese aún más horrible.
"Cuando me dieron al bebé, estaba en estado de shock, De inmediato lo abracé, estaba muy asustado y cubierto de heces y orina" ha declarado Itsaso.
Pero después de todo este sufrimiento, la vida del pequeño Juwa estaba a punto de cambiar. Gracias a sus rescatadores todo eso había llegado a su fin.
Fue trasladado al centro de Lwiro Primates donde se le hizo un chequeo médico completo. Los análisis indicaron que sufría de parasitos internos e infecciones varias. Rápidamente recibió la atención médica necesaria y el cuidado que un bebé de esta edad necesita.
Actualmente está siendo atendido por un primatólogo que hace de madre sustituta. Todavía es muy joven y dependiente, por lo que tendrá que esperar un poco hasta que pueda ser introducido con los demás chimpancés.
"Ahora está seguro y volverá a ser un chimpancé sano" Ha añadido Itsaso y el resto del equipo de cuidadores. Esperan que se recupere pronto y apenas tenga secuelas de su cautiverio.
El nombre de Juwa se lo pusieron los responsables del centro de primates. Es una palabra swahili y significa "Sol". Después de pasar tanto tiempo encerrado y sin ver el astro rey, sus cuidadores desean que su vida este llena de días soleados.
El pequeño Juwa tiene una vida mucho más feliz y completa ahora. Lamentablemente cientos de crías de simios son arrancados de los brazos de sus madres para ser utilizados como mascotas o en espectáculos.
La labor de los centros como el de Lwiro es muy importante, ya quedaban con estas situaciones de maltrato animal. Ojalá y en un futuro cercano no tengamos que escuchar mas historias como la del pobre Juwa.
Fuente: The Dodo, Artículo traducido y adaptado por La Nube de Algodón