¿Crees que está justificada esta manera de defender a los rinocerontes?
Los rinocerontes son uno de los mayores objetivos de los cazadores furtivos. Sobre todo en África y en India el problema de la caza furtiva está acabando con parte de lo conocemos. Animales en peligro de extinción, crías huérfanas o padres que quedan heridos o mutilados de por vida. No es cosa de poco si consideramos que lo que hacemos hoy repercutirá en lo que tengamos mañana.
Por eso, el parque y reserva Kaziranga National Park (India) ha empezado a disparar a los furtivos. La tortilla se ha dado la vuelta y ya van 50 muertos. Dicen los que están al cuidado de estos rinocerontes que están seguros aquí. La prueba, hace un siglo solo había un puñado de rinocerontes mientras que ahora hay más de 2.400 ejemplares. Esto supone dos tercios de la población mundial de rinocerontes. Lo que no se grita a las cuatro vientos es el método que desde hace unos años reina en el parque. Para proteger a los rinocerontes de su mayor amenaza, el ser humano, ha hecho falta que otros seres humanos intervengan. Ahora los guardias forestales pueden disparar contra todo cazador furtivo que se atreva a poner en peligro la vida de alguno de estos animales.
Atraídos por el alto precio que se paga por un cuerno, vale más que el oro, y por el comercio dentro del mercado medicinal donde se cree que los cuernos tienen propiedades milagrosas los furtivos atacan una y otra vez matando sin piedad. Sin embargo ahora las cosas han cambiado, los trabajadores del parque nacional pueden llegar matar a una persona y escapar impunemente. Suena fuerte, poco ético e ilegal, pero ¿dónde está el limite? No hay nada más ilegal que la caza furtiva y nada menos ético que cargarse el mundo donde vivimos.
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